¨El parto de mi primer bebé fue una experiencia horrible y ahora que estoy embarazada de 5 meses me gustaría vivirlo distinto. Quiero estar más informada, poder tomar decisiones y hacerme valer. No quiero que me traten como la vez anterior; como si esto no tuviera nada que ver conmigo y haciéndome lo que les da la gana sin pedirme permiso ni informarme¨
¨Quiero tener una buena experiencia de parto, poder resolver todas mis dudas sin sentirme juzgada, desahogarme por el trato que recibo cada vez que voy a las revisiones, conocer las opciones que tengo sin que me coaccionen¨
¨No sé si mi pareja está preparada para acompañar el nacimiento de nuestro bebé. No la veo. Tiene mucho miedo a todo y creo que no me va a acompañar bien. Necesito alguien a nuestro lado que me deje tomar mis propias decisiones sin juzgarme ni presionarme¨
Y estas son algunas de las cosas que más suelen repetirse cuando una mujer me contacta para que le acompañe en su embarazo, parto y posparto.
El tema de la pareja es controvertido, lo sé. De hecho, cuando menciono que este tema es algo que más tarde o más temprano suele salir en algunos acompañamientos necesitando un espacio de reflexión, una horda de mujeres sale y muestra su enfado conmigo. Pero como el tema es extenso he pensado que lo anoto para otra newsletter…
Sin embargo, por mucho que moleste, esto que he mencionado son las cosas por las que me suelen contactar:
- Miedo al parto, al dolor, al intervencionismo.
- Resolución de dudas por de información veraz y sin juicio
- Historia negativa de parto anterior
- Falta de acompañamiento (por parte del sistema sanitario, pareja…)
Y a mí solo se me ocurre reflexionar en torno a esto y decirte que, tu proceso es único y no existe una forma «correcta» o «incorrecta» de vivirlo.
No tienes que sentirte mal por pensar esto o por necesitar algo diferente a lo que recibiste o estás recibiendo.
Lo fundamental es que tengas la oportunidad de vivir la experiencia de manera segura, respetada, informada y lo más acorde a tus deseos.
Nadie te conoce mejor que tu misma. Ni a tu experiencia, ni a tus circunstancias. No conocen tus deseos, tus expectativas, tu historia, tus ilusiones.
Existen tantos tipos de embarazos, partos y pospartos como madres, familias y bebés. Y sea como sea tu circunstancia particular, merece ser tratada con respeto, escucha, cuidado y mimo.
Y en esta imagen de que todos las historias o todos partos son iguales, creo que han influido los cada vez más habituales videos y fotografías de partos que aparecen en instagram. De un tiempo a esta parte, la red social se ha llenado de fotografías y videos de partos y esto, entre otras cosas, creo que ¨ha podido idealizar¨ la imagen del parto.
Te explico.
En nuestro país está muy presente resultando muy difícil de separar, la relación de parto=peligro en la que en el parto hay muchas prisas, muchas maquinas, mucha gente y mucha sangre (imagen que, por cierto, muchos profesionales comparten, a causa de su propia desinformación y falta de actualización).
Sin embargo, esta representación tenebrosa comienza a convivir con el parto de instagram en el que hay luz tenue, música, velas, una pareja superimplicada, unos planos preciosos…Y aunque es super positivo que podamos tener acceso a esta información real y positiva de partos fuera de lo clásico que nos cuentan en las películas o nuestra vecina, también es imprescindible que sepamos que, estos relatos en forma de video o fotografía son en realidad parte de un montaje. Un pequeño fragmento, con su música, sus cortes, sus partes seleccionadas (y otras eliminadas)
La mayoría de estos videos, además, son de partos domiciliarios por lo que, a pesar de que es un logro como te cuento, acceder a esta información que, pese a estar ¨retocada¨ es real, pienso que, por otro lado, lo que tu posiblemente elegirás será un parto hospitalario. Y si parir en general no suele ser lo que te imaginas por todos los mitos y desinformación que hay detrás, va a distar mucho más de lo que es parir en casa.
En pocas palabras, sea como sea el parto, este no es instagrameable.
En los partos puede haber bañeras, aceites esenciales, luz tenue o música. Pero también heces, orina, sudor, gritos y sangre.
Parir tampoco tiene por qué ser bonito, puede ser crudo y también puede doler.
En el parto hay situaciones inesperadas, cambios de rumbo y planes nuevos a los que adaptarse.
Y como doula acompaño todo eso, sea como sea el trayecto que te lleve a dar la bienvenida a tu bebé.
Ya que parir se pare como sea y puesto que para ello no hace falta nada más que tu cuerpo y tu bebé, yo estoy contigo como doula en Durango en esta experiencia humana y real.