A mi bebé le pasa algo

¨No sé qué le pasa a mi bebé. No le entiendo¨, ¨Los bebés de todas mis amigas duermen del tirón¨, ¿Le pasa algo a mi bebé? ¨, Se pasa el día en la teta. No sé si eso es normal¨, ¨No es lo que me habían contado. No me esperaba esto¨…

Que levante la mano quien haya pensado o dicho algo así en algún momento de su maternidad, pero sobre todo los primeras semanas y meses…

Sentir que eso solo te pasa a ti, que tu bebé ¨¨es defectuoso¨¨, que fijo (pero fijo fiijisimo…) que estás haciendo algo mal (que eres mala madre, que otras lo hacen mejor…). O que seguro que tus amigas mienten…

Frena, frena, frena. Nada de lo mencionado en el párrafo anterior es verdad seguramente. Ni lo de tus amigas (en principio…).

Vamos a empezar a poner un poco de orden desde el inicio para entender por qué te estás creyendo que estás fallando en algo (que no es así, te lo aseguro) y para eso hay que regresar al embarazo.

Cada una en el embarazo dedica tiempo a diferentes cosas que le ayudan a vincularse a con su bebé y a imaginárselo. Desde gestos tan cotidianos y sencillos como acariciarte la barriga, ponerle nombre o acudir a las consultas de la matrona y ver las ecografías; a otros tan dispares como preparar la habitación de tu bebé, comenzar a acudir a yoga preparto o leer a Carlos González y su ¨Bésame mucho¨.

Y todo esto que creas y te imaginas (que también está influenciado por cómo nos dicen a nuestro alrededor o a través de la televisión, cómo son los bebés ) tras el nacimiento ha de reelaborarse.

Es decir, que no te quedará otra cuando nazca tu bebe real, que ajustarlo con el bebé soñado. Esta adaptación al bebé real, a la madre real que serás y a la crianza real que le darás, requiere de un tiempo, mucha calma, amor, paciencia y aprendizaje. Hacia ti misma, tu bebé y hacia tu nueva familia.

Sin embargo, estas expectativas sobre cómo va a dormir tu bebé (que supongo que te lo imaginarás del tirón, por supuesto, broma), como va a comer o lo gordito y risueño que va a ser…tiene mucho que ver también con lo que sieeeempre cuento (pesada eres Leticia…):

Con no haber convivido con bebés y, por tanto, no tener ni idea cómo son en realidad o de que es normal.

Chispún.

Por otro lado, pienso que tan importante como la preparación física que le dedicamos a nuestro cuerpo en el embarazo, la preparación al parto o la compra de un carrito, lo es también realizar una preparación emocional o ¨intelectual¨ a través de un taller, un libro o un acompañamiento individual. Esto nos ayudará a tener esa información sobre la lactancia, el sueño del bebé y su comportamiento normal o acerca de la revolución que es el posparto que nos deje claro de una vez LO QUE ES COMÚN Y LO QUE NO.

Por este motivo, ¨hacer un poquito de todo¨ siempre desde el placer y desde lo que nos nutra y nos apetece en el embarazo, nos va a facilitar esos primeros días de maternidad ya que los recursos que tendremos para manejar ese ¨no tengo ni idea de que narices hacer¨ serán más variados.

Mira, voy a contarte una cosa. Ahora mismo, mientras te escribo este mail, lo hago sentada en el sofá de mi casa, en el mismo sitio en el que hace 11 años atrás yo ¨investigaba¨ cositas en internet sobre bebés. Te aseguro que, aunque suene a abuela cebolleta, hace 11 años esto era un desierto. Acceder a información fiable no era muy facil. Tenías que conocer a alguien que te hablara de alguna libro o algún taller en concreto…

Ahora lo recuerdo con ternurita, pero me pasé el embarazo buscando información sobre sillas de bebés y la información que tenía de lactancia era que ¨a los 6 meses mejor dejarlo porque no sé muy bien lo que pasaba, pero algo chungo.

¨El golpe de realidad fue BRUTAL porque no tenía ni idea de nada como supondrás…Y aún así preparándome  en el posparto para lo que estaba viviendo aprendí, me adapté y tuve dos hijos más.

A ver, con todo esto quiero decirte que, seguro que tú y tu bebé no sois unos extraterrestres porque esos pensamientos que te contaba al inicio que escucho tanto, los hemos tenido muchas y los escucho a menudo.

Necesitáis tiempo, calma (mucha mucha), sostén, escucha de tus necesidades y en resumen:

  • Acudir a Grupos de madres (de lactancia, de posparto, de masaje infantil en función del momento en el que estés) para ver de qué va la historia
  • Prepararte en el embarazo y buscar acompañamiento en el posparto cuanto antes si la lactancia no va bien o tienes dudas que te inquietan.
  • Abandonarte a la experiencia. Confiar, escuchar, fluir.
  • Pasar esa información adquirida en el embarazo al cuerpo en el posparto (integrarla y SENTIRLA).

Si quieres prepararte conmigo para toda esta revolución puedo ser tu doula en Durango.