Sentir que estás fallando.
Sentirte una madre que no es suficientemente buena.
Sentir que no llegas.
Que otra vez la has vuelto a cagar.
Que otra vez te ha vuelto a pasar.
Sentirte con mucha culpa, ira, vergüenza, miedo y frustración.
Compararte.
Ver en otras un ideal.
Sentir que tú nunca lo vas a alcanzar.
🌿
Esto no es algo casual que le suceda a algunas mujeres por ser tendentes a sentirse así. No es algo personal que le pase a alguna madre por su manera de ser particular. Nos pasa a todas de forma generalizada y muy amplia. Surge por algo social y estructural que nos está afectando a todas.
🌿
No eres mala madre por perder la paciencia o gritar a veces. Por necesitar tiempo para ti, por querer delegar en algunos momentos, por buscar soluciones rápidas…
Porque además, no existen dos formas de ser madre: las buenas y las malas. Existen “madres suficientemente buenas” (Winnicott). Existen formas distintas de maternar.
Y es normal que nos sintamos pésimas, que nos exijamos mucho, que nos comparemos y nos frustremos. Navegamos sin rumbo. Queriendo escapar de una crianza que no fué. De un abrigo que no existió.
Sin referentes reales. Buscándolos en redes sociales. En una crianza ¨respetuosa¨de manual inventada. Llena de exigencias, de normas y supuestos muy teóricos pero que tienen muy poco de realidad. De colecho, teta, porteo, BLW y manualidades. De fotos de instagram.
🌿
🔸️Frena.
🔸️Respira.
🔸️Piensa que las verdades absolutas no existen cuando se trata de relaciones humanas.
🔸️Busca los referentes en otras madres que te hagan sentir cómoda y segura.
🔸️Busca profesionales con las que conectes.
🔸️Conecta con tus sentimientos y tu estado físico.
🔸️Valida tu instinto, tu intuición, tu sabiduría interna.
🔸️Escúchate. Cuídate. Tente en cuenta.🤎