En muchas ocasiones te acompañamos desde los inicios de esta nueva maternidad. Acompañamos tu dolor físico y tus dificultades, buscamos los motivos e intentamos encontrar las soluciones. Te ofrecemos recursos, vemos alternativas, te escuchamos, derivamos. Te sostenemos en tu experiencia de lactancia sea como esta sea, necesites lo que necesites, desees lo que desees. Sientas lo que sientas.
Nosotras ni decidimos por ti, ni juzgamos tus decisiones.
Navegamos al ritmo que necesites. En realidad, al que puedas hacer frente dada la especial situación en la que te encuentras: Acabas de transitar un embarazo, vivir un parto, nacer madre y presentarte en un posparto con toda su revolución. Con toda tu infancia presente, con la peculiaridad de tu experiencia y tu situación vital, con el huracán emocional. Con tu madre y su maternidad, tu suegra, tu pareja, tus amigas. Tu entorno. Con el sistema en el que tu y tú bebé estáis inmersos.
También acompañamos tu vuelta al trabajo. La compleja acomodación al frenético ritmo social. O tu deseo y necesidad de destetar (lleguen cuando estos te lleguen). Y te damos recursos en ambos casos para facilitarte el camino a esta nueva forma de relacionarte con tu hijo y con tu maternidad.
La paciencia, la energía de cada una y el azar juegan, en la diversidad de experiencias de la lactancia, muchas veces un papel importante.
Asi que no, las asesoras no salvamos lactancias.
Ponemos en tus manos nuestro conocimiento, nuestra formación, habilidades, recursos y experiencia, para caminar hacia eso que deseas, para encontrar tu camino y tu solución.