¨Querido bebé, que estás en mi vientre…
Tengo mucho miedo.
He esperado hasta la semana 22 para contar al mundo que venías. Has sido mi secreto. Y a pesar de haberme sentido sola durante estas primeras semanas, creo que ha sido muy bonito guardarte solo para nosotros. Vivirte estos 5 primeros meses en intimidad. Hablándote. Pidiéndote que te quedaras. Que no te fueras. Que me dieras más. Más de ti, más tiempo. Más vida.
Me da miedo alegrarme por tu llegada. A veces pienso que si me alegro entonces algo malo pasará. Te irás y entonces yo me iré nuevamente. Me iré contigo a donde quiera que vayan las almas pequeñitas que vuelan como libélulas sobre tu cabeza en una sala de espera de hospital.
He suplicado y he rezado. Lo he hecho cada día. He rezado a lo que pueda haber por encima de todos. A quien pueda estar ahí arriba moviendo los frágiles hilos que nos atan a la vida.
He hecho promesas extrañas al viento mientras caminaba por la calle, ¨Si aparece un coche rojo entonces todo irá bien y yo prometo…¨.
He temblado cada vez que he ido al baño, secándome compulsivamente para ver si había rastros de una posible despedida. Como aquella vez que sentí ese dolor invisible para todos. Y entonces grité y grité, y la luz se volvió rojo sangre y los sueños se fueron por el sumidero.
Me he sentido culpable, bebé. Porque el miedo que siento a ponerte nombre es tan grande como el que me da quererte.
Sin embarzo y a pesar de todo, también siento alegría porque por momentos creí que nunca volvería a sentir vida. A sentir ese aleteo de libélula dentro de mí.
Pero aquí estás.
Creciendo en mí.
Y yo contigo
Te espero.
Aún con miedo.
Pero te espero. ¨
Querida madre arco-iris,
Quiero a través de este post poner en palabras lo que creo estás sintiendo o has podido sentir en este periodo concreto de tu vida.
Espero te sirva para sentirte menos rara y culpable. Y sobre todo menos sola.
Perdiste la inocencia…
Sé que el embarazo ya dejó de ser para ti una experiencia positiva.
El vínculo con tu nuevo bebé
Quiero que sepas que aprender a quererlo nunca nunca significa olvidar al hijo que falleció.
Miedo. Paralizante y aterrador.
-
A una nueva perdida.
-
A hablar del futuro o de la imposibilidad de hablar sobre él.
-
…
Mucho miedo
Sentirte culpable
-
Por conectar con tu nuevo bebé y por no hacerlo.
-
Por creer estar sumida en un duelo desproporcionado
-
…
Culpa. Por todo…
Supersticiones
Lo que sientes, piensas, haces o te pasa, no puede ser causa de la muerte de tu bebé.
Tener estos pensamiento no es sin embargo, motivo de vergüenza. Nos pasa a muchas mujeres
El posparto arco iris
No dudo en absoluto del amor hacia tu nuevo bebé. Y tampoco dudo de que extrañas al que falleció.
No imagino lo difícil y confuso que tiene que ser vivir esta alegría y esta tristeza a la vez…
Me gustaría decirte para terminar que…
A pesar de que es mucho mejor saber y aceptar que un embarazo tras pérdida es complejo e intenso:
-
Hay treguas, ratos de paz, de sosiego, de ilusión y de esperanza renovada.
-
Se puede aprender a disfrutar del presente.
-
Buscar compañeras de viaje para compartirte en el dolor, puede ayudarte a hacer más liviano el tuyo.
Recuerda tambien que…
Puedo acompañarte durante tu embarazo, posparto, lactancia y toda tu experiencia maternal. Con mis grupos, talleres y acompañamiento individual.