Mi cuerpo es mío pero ahora no me pertenece.
Mi cuerpo, espacio donde habita el amor, donde se siente la calma, se descansa y se alimenta.
Mi cuerpo refugio ante el dolor , consuelo ante el miedo y la tristeza.
En mi cuerpo las palabras no son necesarias porque solo con sentirlo cerca todo cambia.
En mi cuerpo se cantan nanas, se ven sonrisas, se cuentan cuentos, se llora y se explora el mundo a través de su piel.
Mi cuerpo que tantas veces se agota de tantos años de fusión y que a menudo todo esto le axfisia y necesita verse cuidada, escapar y correr…
Este cuerpito mío que a veces he odiado tanto…
perderá en algun momento este poder, necesitará tambien descansar, mirarse de nuevo a solas en su piel.
La fusión acabará y yo sólo espero me alcance la memoria para atesorar todos los momentos que, durante estos años junto a vosotros, se me ha desbordado el corazón .