Lactancia en tándem

Mujeres de mi entorno han vivido esta preciosa como intensa experiencia.

En muchos de los casos, han convivido con emociones tan contradictorias como: cansancio, amor intenso, miedo, orgullo, vergüenza, deseo, rechazo…

La propia experiencia en sí puede ser tremendamente agotadora.

Exponiendo y cediendo nuestro cuerpo de manera ininterrumpida y generosa al cuidado de nuestras criaturitas.

El rechazo de la sociedad (y del entorno cercano) en general a ver amamantar a bebés mas allá de los 6 meses (no digamos ya a bebés o a niños más grandotes) y la presión que sufren, aún hoy muchas mujeres a abandonar lactancias deseadas con frases tipo ¨no lo necesita que ya come¨, ¨tiene mucho vicio¨, …

el enorme desconocimiento de muchos sanitarios todavía hoy acerca de compatibilidad e incompatibilidad de ciertas intervenciones médicas, pruebas diagnosticas o medicamentos, con la lactancia materna,

la falta de apoyo social y del entorno,

la inexistente conciliación,

la soledad a la que se nos somete a las madres (los bebés y los niños no son aceptados en muchos espacios, incluso se llega a decir de forma explícita- e ilegal- con publicidad de bares, restaurantes, hoteles en la que su entrada está prohibida)

…son cuestiones que no facilitan esta tarea.

Sin embargo, a través de diversos patrones basados en el estudio de primates, se estima que la edad del destete natural de la especie humana entre los 2, 5 y los 7 años de edad.

Se sabe que el tiempo de lactancia ha permanecido, hasta prácticamente 100 años, estabilizado entre 18 meses y 3 años en la mayor parte de culturas y aún hoy en muchas regiones de la tierra. En sociedades tradicionales donde no se ha extendido el uso de leche artificial, se sabe que la duración media del amamantamiento es de 3 a 4 años de media.