La piel es un órgano maravilloso que siempre me ha fascinado.
Se trata del órgano más grande del cuerpo, vivo y con capacidad de regenerarse.
Es impermeable, resistente y flexible, respira regulando la temperatura del cuerpo, nos protege…Y se mantiene activo las 24 horas del día realizando todo tipo de acciones fundamentales para nuestro organismo.
La piel es un órgano vital para el cuerpo humano.
Se trata de un órgano sensorial lleno de terminaciones nerviosas que contienen receptores para el sentido del tacto, calor, frío, presión vibración y dolor
…
La piel es un órgano poderoso.
A través de la piel podemos mostrar y sentir amor, confort, seguridad, placer.
Acariciando la piel puedes hacer a un cuerpo llorar, recordar, vibrar, calmar.
No conozco mayor sorpresa, satisfacción y emoción que sentir la piel nueva, húmeda y calentita sobre tu propia piel.
Esa piel que tanto tiempo llevabas deseando tocar, oler, besar, mirar y amar.
Y desear que se detenga en ese instante el tiempo. Para quedarte así, sintiendo que ya nunca le vas a dejar de abrazar.
