En los hogares donde habita una mujer recién parida existe una habitación llamada Posparto.
Para entrar a esa habitación has de ser una invitada especial por que lo que allí vas a ver es de la más absoluta intimidad.
La habitación real del posparto no sale en todas las fotos de instagram pues está llena de objetos, cuerpos, emociones y olores que seguro les pueda dar por censurar.
Sacaleches, pezoneras , biberones y relactadores son algunos de los aparatos que a muchas mujeres nos toca usar. Y en la habitación del posparto estan esparcidos por cada rincón del lugar.
Si eres una privilegiada y se te llama a entrar, debes respetar con el más absoluto mimo lo que allí vas a observar.
Cuerpos de mujeres puérperas con barrigas flácidas y cicatrices flotando en un ambiente cargado de aroma y emoción dificil de guardar.
Compresas enormes y bragas de rejilla, empapadores con sangre y sábanas con leche. Fluidos que ese espacio protegido del mundo, está acostumbrado a ocultar
El llanto sorpresivo, la emoción a flor de piel, la nostalgia, la lágrima en la garganta, la soledad abrumadora también son compañeras con las que se ha de habitar.
En la habitacion del posparto las mujeres viven durante un tiempo indefinido en sus camas cuidando de sus crías entre ese olor embriagador a parto y vida que solo unas privilegiadas son invitadas a admirar.
Desde una habitación de posparto de cualquier rincón del mundo escribo estas palabras. En una noche eterna abrumada por las lágrimas y la vida, sin deseo alguno de salir al mundo corriente a conversar.
Así que si tú mujer puérpera lo deseas, estás aquí bienvenida a mi habitación de posparto a entrar, y haciendo juntas el camino seguro que tan solas no vamos a estar.