Las madres damos por hecho que ser madre viene con varias características de serie:
🔸️La culpa
🔸️La falta de tiempo para: comer, ducharse, cuidarse.
🔸️El cansancio.
Yo hoy me centro en el cansancio (por hablar de alguna, así al azar…)
Pareciera como si el estar cansada fuera signo inequívoco de la buena madre. Como si el ser madre viniera irremediablemente junto con el sacrificio, el autoabandono y la abnegación. Con el estar sobrecargada y desbordada (por tu trabajo, el colegio, las extraescolares, el trabajo de casa… los pendientes, los olvidos, los ¨hay que…¨, la carga mental)
Y entonces llega el verano.
Y ni desconectas, ni conectas. Estás mas estresada porque los niños no tienen colegio pero tu si trabajas. Trabajas dentro y trabajas fuera. Y además te pones enferma.
Pero es verano y ¨hay que¨ disfrutar, estar felices y contentas. Hacer planes y más planes y excursiones y visitas. Y estar con gente y más gente.
Pero tu estás tan cansada (a veces incluso desde que te levantas)… que solo piensas en que llegue la noche para poder dormir.
Y entonces, al legar la noche, te invade la culpa y la tristeza y te prometes, que mañana, imaginándote ya descansada, jugarás más con ellos, les mirarás más, les sonreirás más.
Pero entonces recuerdas que uno de ellos es un bebé y te reclama a cada rato…
Entonces, ¿Quién cuida de ti?, ¿Dónde están nuestros espacios de descansado?¿dónde están esos “minutillos” que rascamos al día para nosotras? ¿De verdad el “cuidarte para poder cuidarse justo? ¿No deberíamos poder cuidarnos porque sí?