Mi día a día está lleno de testosterona. De legos, superzings y películas de transformers y Jurassic Park.
Yo, que soy mas fina que el encaje de bolillos. Blanca, rubia y de ojos claros. Que le gustan los vestidos, el maquillaje y las cosas rosas y brillantes.
Que me hubiese hecho mucha ilusión darle un toque de purpurina a mi vida…Para que negarlo…
Pero aun así, mi familia numerosa (que ya es), llevaba en mi mente dibujada muchos años sin colores ni definiciones.
Ahí estaba la foto. No ha sido fácil. Y menos ahora. No lo está siendo. Y no me la imaginaba así, con tantos altibajos. Tan imperfecta. Tan agotadoramente intensa. Tan frustrante y dolorosa muchas veces. Tan de querer abrir la puerta y largarme. Tan Pimpinela, tan de apasionada telenovela venezolana.
Tan yo.
Pero ha estado siempre.
La foto es una representacion gráfica y humorística de mi día a día . Y yo en el centro. Ya no solo por el tamaño que ahora ocupo con Oihan dentro, sino porque yo me autoproclamo oficialmente por derecho divino la Reina de Chiringuito.
Yo soy el horno de 163cm que gesta bolletes de mas de 4 k. En este embararzo tan lleno de retos, dudas, miedo e incertidumbre constante.
Este embarazo que nos está dejando agotados y sin energía…