Esos días…

Los días en los que podrás estar sola en el baño, ducharte sin interrupciones, comer tranquila…Volverán.

Sé que parece increíble pensar que no tendrás que hacer malabarismos (literalmente) con un bebé en brazos o a la teta para poder comer, cocinar o limpiarte el culo (tal cual, ¿verdad), pero llegará el día…

En el que verás como las horas avanzan, los días finalizan y los meses van pasando….

Llegará un día en el que las dificultades encontrarán su solución (aunque a priori no nos gusten).

Vendrán los días en los que podrás dormir sin despertares.

El día en el que todo irá a mejor pronto llegará.

E incluso llegara el día en el que saldrás sola a la calle con el bolso vacío (sin toallitas, pañales, kleenex, comida…ya tú sabes…).

Y quizá ese día te sorprenda una emoción en la tripa subiendo por el pecho e instalándose finalmente en la garganta.

Como un nudo.

Y con el tiempo aprenderás a vivir con ella. Con esa nostalgia rara, de esas últimas veces, de etapas que se cierran.

Y ella, finalmente también se irá…