
Me pregunto si mi hijo recordará…
Me pregunto si, algún apartado recóndito de su mente, recordará ese paseo, a principios del otoño de 2015. Me pregunto si recordará cómo enredaba mi pelo entre sus dedos, mientras apoyaba la cabeza sobre mi espalda, intentando no caer dormido. La familiaridad e intimidad con la que compartíamos nuestros cuerpos, el espacio, los olores y hasta el aire que respirábamos. Si resonaran en el fondo de su oído, los ecos de las canciones alegres que ese día cantábamos, para amenizar el viaje a casa, cuando las tripas crujen de hambre y hay que despertar el ingenio para evitar una rabieta.