
Hay días que sólo pienso en largarme corriendo de aquí.
Algunos días ya no puedes más. Hay momentos que te superan. Que no soportas esto. Que quieres pirarte de aquí y dejar a todos con lo puesto. Hay días eternos. Que parece que no acaban. Esos días se suceden como en una espiral ascendente de llantos, gritos y pérdidas de paciencia. Y ya no se te ocurre como cortarlo. Esos días, a veces te muerdes el puño para evitar gritar más. Para descargar toda la rabia. Y hoy ha pasado tantas veces que te has hecho una marca. Otras veces te metes en el baño. Y te descubres a la