¨No tengo leche¨

La hipogalactia (baja producción) existe, pero es más habitual la percepción de poca leche.

El miedo a no tener leche o a no tener suficiente es algo que llevamos las mujeres grabado en nuestro ADN. Casi todas las mujeres a lo largo del embarazo o de nuestra lactancia tenemos miedo a no tener suficiente leche para nuestros bebés (incluso cuando cargamos sobre nuestro cuerpo a pequeños budas regordetes y sonrientes llenos de mollas)

La ¨falta de leche¨ es una de las causas más habituales por las que se abandona la lactancia.

Entonces, ¿Qué pasa? Pues que nos han vendido que lo bebés maman cada tres horas y punto. Y nos da tanto miedo no tener leche, tener poca o no tener suficiente que acabamos asociando cualquier comportamiento del bebé con la falta de leche.

Así que cuando nos encontramos que nuestros bebés REALES (no los que nos imaginamos. Sobre todo en el caso del primer hijo) no duermen seguido más de una hora, quieren estar siempre encima y lloran (y no siempre es por hambre), pues nuestros miedos afloran y nos invaden las inseguridades y las dudas.

Si sientes que tienes poca leche, antes de seguir consejos desafortunados que te hagan tomar decisiones que comprometan tu lactancia, hay que asegurarse, verificarlo y descubrir si es una sensación o de verdad hay un problema.

ME HE QUEDADO SIN LECHE.

Al inicio de la lactancia los pechos suelen producir más cantidad de leche de la que necesita el bebé y el pecho suele sentirse muy lleno. Pero esa sensación no significa que tengamos más leche. Lo que indica es que tenemos leche acumulada que el bebé no ha tomado.

Al finalizar el mes de vida, el pecho se va regulando, el cuerpo adapta la producción de leche a la demanda del bebé y dejamos de tener esta sensación de ¨pechos cargados¨(es una sobreproducción).

AL FINAL DE LA TARDE TENGO EL PECHO VACÍO

Es habitual sentir que los pechos están más blanditos hacia el final de la tarde /noche.

Motivo: al final del día los bebés suelen estar más cansados, sobreestimulados, inquietos y enfadados y esto hace que quieran estar más tiempo al pecho para autorregularse.

Esto es, como el bebé pide tanto, el pecho está más vacío y esto te hace pensar que al final del día se te acaba la leche.

NO MANCHO LOS PROTECTORES/ LA LECHE NO ME SALE A CHORRO

Existe un mito muy extendido que hace sentir muy orgullosas a muchas madres (cuando que esto suceda puede ser un indicador de que hay un problema en la lactancia) Y está relacionado con ver como sale la leche de los pechos.

Pero el cuerpo solo produce la cantidad de leche que necesita el bebé.

Si tu bebé aumenta de peso de forma adecuada, que esto no te pase no indica baja producción.

ENTONCES, ¿CÓMO SÉ QUE TENGO LECHE SUFICIENTE?

VALORAR Y OBSERVAR AL BEBÉ:

En recién nacidos: pérdida de peso < 10%

A los tres días deja de perder peso y al quinto empieza a ganar.

A los 15 días recupera el peso del nacimiento

A partir de entonces, gana peso de manera adecuada para su edad.

El peso y la talla están en percentiles similares (el percentil de talla es más alto que el de peso)

Entre los 4 y los 6 meses dobla el peso del nacimiento

*Esto es información general y orientativa ya que cada bebé es un mundo. Ante la duda como siempre, consulta con su pediatra.

SI TU BEBÉ NO AUMENTA DE PESO PUEDE SER DEBIDO A:

Que no consiga por sí mismo extraer toda la leche que necesita (que el agarre no sea adecuado o que la transferencia de leche no sea efectiva)

Que se esté alimentando al bebé con horarios o limitando la duración de las tomas (sin tener en cuenta sus señales de hambre).

Que la madre tenga una baja producción de leche/ hipogalactia (puede haber varios motivos. En siguientes posts te cuento más)

Que el bebé esté enfermo o tenga alguna patología.

Si crees que tienes dificultades en tu producción de leche,

PUEDES CONSULTARME

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